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  • Foto del escritorPastor Israel Chapa Pérez

La vida es como un rompecabezas (Parte 2)


Paso 4: Todo es un proceso, inicia con lo más fácil

Para armar un rompecabezas es importante tomar en cuenta lo siguiente: hay que entender que armar un rompecabezas es un proceso, por lo tanto tenemos que buscar la forma de iniciar con lo más fácil. Esto sería poner en práctica los pasos que vimos anteriormente, pero lo vuelvo a recalcar porque un gran error que veo es que muchas veces se da inicio al armado del rompecabezas sin antes ordenar las piezas, sin separarlas por colores, sin tener una idea del tamaño real, etc.


Es probable que sin completar los pasos previos alguien logre armarlo, pero te aseguro que le llevará mucho más tiempo y quizá termine deseando no ver más un rompecabezas en toda su vida.


Lo más fácil en el caso de un rompecabezas, si nunca has armado uno, es empezar con uno pequeño de alrededor de 100 piezas. Luego puedes continuar con otro de 200, luego 500 y así sucesivamente. De esta manera fue como aprendí la lección de tener paciencia. Fue un proceso que me llevó a que después de armar varios rompecabezas, un día finalmente pueda armar un rompecabezas de 5000 piezas.


Hoy me doy cuenta que si me hubieran puesto ese grande en primer lugar estoy seguro de que me hubiera frustrado, o tal vez lo hubiera armado pero en el triple o más del tiempo necesario.


Cuando alguien inicia la universidad no inicia en sexto año, no. Se empieza siempre con el primero. Construye un edificio y no comenzarás en el décimo piso, ni tampoco en el primero, sino en los cimientos. Todo lo que emprendas en la vida necesita ser iniciado en orden para que puedas llegar a obtener buenos resultados.


Si comprendemos que armar un rompecabezas es un proceso y lo aplicamos cuando estamos sentados a la mesa frente a todas las piezas que tenemos delante, será más fácil entender que en la vida real todo es también un proceso, y que será fácil iniciarlo si empezamos con lo más fácil: ordenar y tener una idea clara de lo que queremos.

Al tener un gran proyecto enfrente y empezar con lo más fácil, luego te darás cuenta que cuando llegues a lo más difícil realmente no será así, porque tendrás parte del camino recorrido aun a pesar de haberlo alcanzado con pasos cortos pero seguros.


Bernie Siegel, escritor estadounidense y cirujano pediátrico retirado, conocido por su éxito de ventas “Amor, Medicina y Milagros”, dijo: “Dios quiere que sepamos que la vida es una serie de principios, no finales. Así como las graduaciones no son finales, sino comienzos, la creación es un proceso continuo, y cuando creamos un mundo ideal donde el amor y la compasión son compartidos por todos, el sufrimiento cesará.”

Si sigues el orden del proceso hallarás bendición y prosperidad en cada área de tu vida donde pongas estos principios en práctica. Siempre recuerda que en la vida hay pasos que seguir, y es muy doloroso saltarse estos pasos porque las consecuencias son muy complicadas, por ejemplo embarazos no deseados, hacer trampa en un examen, usar drogas en los deportes, comprar voluntades, etc.


En otras palabras, lo que intento decir es que en la vida todo es un proceso que tiene un principio y un fin, y que será más fácil cuando tenemos la paciencia necesaria para hacerlo en orden. De lo contrario algo que podríamos lograr en una semana podría tomar meses y hasta años. Además cuando no hacemos las cosas en orden, por lo general siempre nos trae serias consecuencias y estas son las que hacen que encontremos personas con síntomas de depresión, desanimadas, frustradas, derrotadas, etc.


Tal vez no lo creas, pero armando rompecabezas aprendí todo esto y aun así admito que he cometido una serie de errores cuando evalúo o me examino a mí mismo. Reconozco que si hubiera seguido este principio de iniciar desde el principio, hacer las cosas en orden y entender que todo es un proceso hubiera tenido menos problemas.

Si algo definitivamente me ha ayudado en todo esto es precisamente Dios a través de Su Palabra.


Te invito a que te tomes un tiempo y leas esta parte de las Escrituras, donde el sabio rey Salomón se refiere a la obediencia a Dios y sus beneficios:


“Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas; más bien, guarda en tu corazón mis mandamientos. Porque prolongarán tu vida muchos años y te traerán prosperidad.

Que nunca te abandonen el amor y la verdad: llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el libro de tu corazón. Contarás con el favor de Dios y tendrás buena fama entre la gente.


Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.


No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser.


Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas. Así tus graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo.” Proverbios 3:1-13


Paso 5: Celebra a lo grande cuando termines

Solo quien termina algún proyecto (sea este grande o pequeño) o algo que ha tenido un costo muy alto sabe lo importante que es celebrar en grande.


Cuando yo termino de armar un rompecabezas celebro de diferentes maneras: a veces doy un grito (solo si no hay nadie en casa, para no asustar a otros), luego empiezo a contarle a mis amigos y les muestro mi felicidad por haber terminado el rompecabezas (aunque últimamente no he comprado uno nuevo).


Y esto sirve para tener algo así como un tiempo de relajación. Es como aquel escalador que cuando llega al pico más alto de la montaña se queda unos momentos disfrutando del paisaje y deleitándose luego del logro conseguido.


Cuando pasas tiempo en algo que requiere tu mayor concentración, que absorbe mucho de tu tiempo y que hizo que dejaras de hacer algo importante como ver una película con la familia, estar con tu esposa o no ir alguna reunión, necesitas sacar todo ese estrés, pero expresar también un ¡valió la pena!


Como dijo mi madre: “valió la pena esperar.” Y se refería al hecho de ver día a día el pausado proceso de cómo un simple gusano se convierte en una bella mariposa. La trasformación no se dio de un día para el otro, sino que el desarrollo fue un proceso lento, pero ella se armó de paciencia, esperó, y después de varios días, al ver la mariposa finalmente salir de su capullo dijo ¡valió la pena! Vaya que sí.

Bárbara Hoffman, una ex jugadora de béisbol que jugó desde 1951 a 1952 en la liga profesional de béisbol dijo una vez: “Deja de quejarte de los baches de la carretera y celebra el viaje.”


Cuando inicias un negocio o cualquier otro proyecto y lo llevas hasta el final, cuando inicias un ciclo de estudios y al cabo de unos años te encuentras frente a un grupo de personas recibiendo un diploma o un título, ¿no crees que es una muy buena ocasión para celebrar tu triunfo? Es en ese momento cuando celebras tu victoria y te regocijas en la satisfacción de que pudiste lograr algo especial.


Mira lo que dijo Nelson Mandela (1918–2013), revolucionario sudafricano, político y filántropo, quien se desempeñó como presidente de Sudáfrica desde 1994 hasta 1999: “Acuérdate de celebrar éxitos mientras te preparas para el camino por delante.”

Celebrar te da la oportunidad de compartir el éxito y la victoria con otros. Es una hermosa ocasión para festejar el haber logrado algo que te llevó mucho esfuerzo.


En la vida es muy necesario estar celebrando nuestros triunfos, pues eso nos motiva a prepararnos para el siguiente reto. Siempre recuerda algo: habrá un nuevo reto cada día, bien después de terminar un proyecto, una carrera, un evento o en cualquier otra situación, encontrarás que siempre hay algo más que hacer. Por eso celebra en grande cuando termines algo, adelante, celebra y de esta manera motiva también a otros.

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