Aunque las rutinas nos parezcan aburridas

Queremos que sepas que, aunque las rutinas nos parezcan aburridas, es importante tener rutinas por tiempos determinados, es la manera cómo podemos crear buenos hábitos. Para estar organizados en la vida, normalmente tenemos rutinas. Ciertos cambios en ellas pueden ayudar.

No te olvides de agradecer

Una rutina que no debemos olvidar es agradecer apenas abrimos los ojos y antes de irnos a dormir. Pero más allá, si nos acostumbramos a buscar siempre razones para agradecer, podremos hacerlo todo el día. Eso nos puede quitar el aburrimiento porque estamos notando todo lo bueno en nuestro entorno.

Damos por sentado que cuando abrimos el grifo tenemos agua. Motivo para agradecer. Tenemos y usamos el aire acondicionado en época de calor. Razón para agradecer. Dar gracias por tener comida en el refrigerador, en la despensa. El solo hecho de poder respirar. Hay demasiado por agradecer.

“Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús” 1 Tesalonicenses 5:18 (NTV)

Es cierto que las rutinas se pueden hacer aburridas, pero haciendo pequeños cambios las renovamos y se nos hacen nuevas. Si todos los días te levantas a la misma hora, pon tu despertador diez minutos antes y toma tiempo para hacer la lista por las cosas que agradeces mientras hablas con Dios.

Si tu rutina es aburrida, cambia algo en ella

Si estás aburrido de la rutina de agradecimiento y oración en tus mañanas, antes de hacerlo, lava tu cara, tus manos y dientes, cepilla tu cabello. Ahora busca un lugar diferente donde conversar con Dios. Te garantizo que te vas a sentir con nuevos ánimos, y vas a sentir la alegría de experimentar la paz de Dios.

“Estén siempre alegres. Nunca dejen de orar” 1 Tesalonicenses 5:16-17 (NTV)

La oración es el momento en el que nos podemos desconectar de todo lo que nos preocupa. Conectarnos con el Creador del universo teniendo acceso directo a Él, debe ser algo que apreciamos y agradecemos. Algo que si aprovechamos a diario nos da una mejor manera de vivir. Nunca dejemos de orar.